¡Caben sotz! ¡Esto es un bocata como para ir a segar! El bocata de los surferos. Un simple y delicioso bocata por el que algunos surferos australianos son capaces de recorrer 17.000 km. con la excusa de la ola de la Zurriola. Los «Camperos» son un leyenda del gastro-surf en Donosti y son absolutamente contundentes. Cinco euros y pico, dependiendo de si lo tomas en la terraza o dentro, bastan para tenerlos brincando encima de la tabla durante horas. El bar que los elabora recibe el mismo nombre: El Campero; y está situado en el antiguo arrabal putiférico de Donosti: el barrio de Sagües, al final de la Playa de la Zurriola. Este bocadillo compite en primera división con «El Completo» de la Bodega Donostiarra, del que ya hablaremos más adelante. Si tienes hambre, no tienes pasta, y quieres tomarte un bocata en San Sebastián, esta es la mejor solución. Prueba el bocata de los surferos. Si no te gusta, te devuelvo el dinero.
El origen del campero es andaluz ¡Lo que oyes! Tampoco nos pongamos medallas. Se toma en Málaga de toda la vida. Los vascos como veamos algo rico, enseguida nos liamos y lo hacemos por lo menos tan bueno como en su lugar de origen. La clave de un campero es el pan: el mollete andaluz o mollete antequerano, una derivación de los panes árabes que sobrevive en Andalucía desde mucho antes de que los de Isis se dedicaran a tocarnos los cojones. Málaga y Donosti hermanados por un bocata. ¿No es esto alianza de civilizaciones?
Aquí va una receta clásica, con lomo (en Andalucía el lomo de cerdo es como aquí el bacalao, imprescindible)